viernes, 30 de diciembre de 2011

Lamaceiros - Ribeira da Janela

Levada da Ribeira da Janela
Si llegamos a Porto Moniz desde Sao Vicente, tendremos que subir hasta el barrio de Levada Grande como para volver a Funchal bordeando la isla por la carretera del sur. La señal a tener en cuenta es la que indica Ribeira da Janela / Lamaceiros, por el Caminho da Cerca Nova llegamos a la casa de la levada.

Hay un gran estanque que se llena con el agua de la levada, desde aquí se precipita en una caída brutal hasta la central hidroeléctrica de Ribera da Janela, aprovechando toda esta fuerza que trae el agua para generar energía limpia.

Comenzamos a caminar en sentido contrario a la corriente del agua, a los pocos metros cruzamos la carretera y vemos el cartel con información de la ruta. Ya en el libro, que usamos en todas nuestras rutas por Madeira, nos relataba lo cuidado que está este sendero. Al inicio había hasta césped, luego las flores de mundo y operarios cortando la hierba nos acompañaban durante un gran primer tramo.



Levada da Ribeira da Janela
El camino siempre es llano y junto a la levada, una levada muy ancha en algunos puntos. Recuperamos fuerzas en unos manzaneros junto a ésta y pasamos un buen rato entre manzana y manzana. A partir de este punto ya vemos la Ribeira da Janela en todo su esplendor. Es el río, o barranco según se mire, más grande de la isla, no se ve un tramo de tierra sin árboles que además están muy verdes después de todo el verano. Poco a poco nos vamos adentrando en el típico bosque madeirense con sus grandes árboles y frondosos helechos. El camino discurre tranquilo sólo alterado en alguna ocasión por otros turistas que vienen de vuelta.

Levada da Ribeira da Janela

Ribeira da Janela

El camino es monótono, caminamos bajo un espeso bosque que ya no nos deja ver más allá de su verdor y entra y sale a menudo de pequeños barranquillos. Después de al menos una hora y media llegamos al primer túnel, el camino es muy estrecho, casi todo lo ocupa el ancho canal, hay que tener cuidado pues está muy mojado con charcos considerables que nos pueden empapar. La temperatura dentro baja varios grados haciendo necesario incluso abrigarse para no coger frío.
A la salida hay una gran cascada ahora prácticamente seca que cae sobre el camino, por lo que han hecho un techo de hojalata para que los senderistas no se mojen. Vemos alguno de estos techos viejos en el fondo del cauce, preocupante cuando menos pasar por aquí en época de lluvias, aunque todo está asegurado con una barandilla de alambres. El siguiente túnel está a sólo unos metros y es mucho más corto que el anterior

Levada da central da Ribeira da Janela
Camino de vuelta con el túnel y la caída de agua al fondo

Después de este segundo túnel se abre un pequeño claro para seguidamente volver a la espesura del monte hasta nuestro punto final, otra casa de la levada que se toma como referencia para dar la vuelta en este recorrido. Después de unos minutos de descanso reponiendo fuerzas entre los siempre confiados pinzones, volvemos por donde habíamos venido.

Levada da Ribeira da Janela

Ribeira da Janela

Al finalizar curioseamos un rato por el estanque y me doy cuenta de que junto a éste hay un molino de agua doble, ya en desuso, muy similar al que habíamos visto en días anteriores en Sao Jorge, el moinho da Achadinha, aún en funcionamiento. Un vídeo de este bonito molino, con sus sacos de harina aún pendientes de ser recogidos con los nombres y teléfonos de sus dueños.

Las fotos son una mezcla de las mías con las de Martín y David.


Datos de la ruta:
-Distancia: unos 10 km. en total ida y vuelta.
-Duración: 4 h. con varias paradas y a un ritmo bajo - medio.
-Dificultad: Fácil.
-Ruta: enlace a la ruta de wikiloc.
-Recomendaciones:  Llevar calzado apropiado y linterna para los túneles. No está de más llevar la ruta en gps para llegar al inicio de la ruta, nos costó un poco encontrarlo. Como guía tenía el libro "Madeira. Las mejores rutas por levadas y montañas".

Una reflexión de todo lo que vi y que no veo muy a menudo en Canarias. Hay un turismo sostenible basado en el respeto por la naturaleza, aprovechamiento de energías limpias, mantenimiento de senderos y costumbres. Aunque cada vez más el avance de las carreteras y casas irá destrozando algo de todo esto, me imaginaba nuestras islas en los años sesenta y si se podrían haber hecho las cosas de una forma mucho más respetuosa con el entorno. Espero que el desarrollo turístico no llegue a estropear esta bonita isla.

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